jueves, 25 de noviembre de 2010

HEILDELBERG

Sábado 27:
Una vez más, empezamos la mañana bien de madrugón, a las 6 am. A las 7.35 el micro casi nos deja, porque el horario previsto de salida era 7.30. Lugar de destino: Heilderberg, Alemania, desde donde estoy escribiendo estas líneas.
Fueron unos larguísimos 700 km, en los que atravesamos Francia hacia el noreste, recorriendo en el camino (a la lejanía) la ciudad de Reims y la región de Champagne.


Hicimos stop en la ruta para almorzar, y por la tarde, llegamos a esta pequeña ciudad de Germania, donde tuvimos unas dos horas y media para caminarla.
Vista del Rio Neckar y la ciudad de HEILDELBERG
Es un lugar muy pintoresco, muchísimo más austero en lo que a decoración, ornato y construcción respecta, pero con un parque automotor que sorprende: Audis, Mercedes, BMW, porque estamos en la tierra de los buenos fierros.
Heidelberg
Puesto de flores en las calles de Heildelberg
La peatonal

En la cima de Heidelberg, un gran castillo antiguo, el que fotografiamos desde abajo, y una hermosa callecita peatonal repleta de tiendas de todo tipo. Una vidriera más linda que la otra, todo arreglado para las pascuas, que llegan en unos pocos días.

Al igual que en Francia, la traba idiomática es insuperable, salvo que uno tenga la oportunidad de encontrar personas que hablen el inglés (que las hay, y muchas, en un muy fluido english). Caso contrario, vagarás por horas para lograr hacerte comprender que solo buscas un “pancho con una birra”.
Finalmente, lo logramos, y conseguimos tomar la bien habida cervecita alemana, y un panchito, antes de subir al micro para dormir en el hotel del lugar.
Costó hacernos entender, pero logramos nuestra cerveza!

En este hotel, tampoco tenemos WIFI libre, es pago, y cuesta 6 euros la hora, y solo 30 minutos gratis en el lobby del hotel. Muchachos, sepámoslo: Argentina es un país MUY generoso. En casa no te cobran para el baño, así como tampoco tienen código para el ingreso de los mismos, y en la casi mayoría de los bares céntricos, encontramos Internet inalámbrica sin cargo alguno. Una vez más les digo que este viaje, además de un recorrido para maravillarnos con la vida del primer mundo (limpieza, orden, seguridad, organización), es para apreciar –por contraste- lo bueno que tenemos, que es mucho.
En un rato cambia la hora en Europa, y dormiremos aun menos que siempre. Cuando allí en Argentina estén acostándose (00.30 hs aprox.), en este lado del charco estaremos arriba camino a Austria, para dormir en Innsbruck, previo paso por Munich.
Ou-revoir!

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